domingo, 6 de marzo de 2011

La Carta

La única diferencia entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho dura algo más.
Oscar Wilde



Recibe la carta y sabe lo que contiene, ella ya se lo dijo personalmente...



    ¿Como podría esconder lo que siento por ti si cuando estoy a tu lado mi mirada brilla y el ritmo de mi respiración se acelera? 
    Me es imposible ocultar ese sentimiento, al principio fue mas fácil, cuando solo era sexo, hermosos encuentros donde nuestros cuerpos desnudos se entregaban, el sentirte dentro de mi, el que me guiaras en tu cama conforme a tus deseos, empapada de sudor me dejabas sin aliento...
     Y de repente todo se complico, se supondría que cada quien seguiría con la monotonía de su vida, que nuestros encuentros seguirían siendo casuales y nuestras platicas tan frecuente como siempre; sin embargo tu cama se convirtió en mi guarida, tu voz en el sentido de mis días, y prometí escapar cuando esto sucediera.
    Me conoces, sabes que no pertenezco a nadie; y pasan los días y me siento tan tuya, esperando tu llamada, tu regreso y eso me lastima, los hubiera me atormentan, esta ese pasado que es tan presente y que siempre pondrá una muralla entre nosotros.
    Se que no harás nada diferente a lo que has hecho, y se que yo seguiré esperando, por eso es el momento de decir adiós, ya que yo sigo siendo tuya y tu... de ella.
       Empaco en esta bolsa tus besos y caricias, me llevo cada palabra con la que me hiciste suspirar, esas canciones que me hablan de ti, el aroma de tu piel, tu sudor cuando estabas sobre mi, esas miradas de complicidad y todas las distancias.
      Esa parte izquierda de mi corazón siempre te pertenecerá, pero debo partir, aun confió en que puedo volver a enamorarme 
     No me recuerdes.
                                                                          Tuya


Toma el papel entre sus manos, lo rompe y tira en el bote de basura de la cocina, agarra las llaves y sale, ella ya lo esta esperando.

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