Estoy empezando a dudar que la revoltura de sentimientos algún día se quitara; sera la desconfianza en otras personas o la que tengo en mi misma que no me deja quieta en un lugar.
En ocasiones resulta difícil decir basta, quitar el armazón y entregarse por completo.
Estoy a unas semanas de hacer algo "loco" y que para esa gente que me juzga puede resultar imprudente y quizá estúpido, sobre todo por la razón que lo haré.
Y claro, son días de atormentarme con mis pensamientos, nunca dejare de ser analítica, es solo que cuando tomo una decisión es muy difícil que me hagan cambiar de opinión.
Me siento feliz, estoy disfrutando de mi trabajo, su compañía, mi intensidad que ha regresado en cada aspecto de mi vida, creo que realmente estoy sonriendo mas (lo cual es mi propósito de este año), solo que hay esos segundos al día donde sientes un hueco en el estomago y sientes que pisas sobre un escalón imaginario lo que hacen que levante mi ceja inquisidora y frente al espejo cuestione ¿que estas haciendo Paulina?
Estas ultimas semanas he tenido miedo de que mi cuerpo me de la sorpresa y me regale una de esas enfermedades sin reversa y fulminantes, confió en que no sea así, de serlo mi decisión es no tomar ningún tratamiento, dicen mis compañeros que siempre soy "rápida y furiosa" y lo aplico en todo.
En estos momentos solo pienso y trato de recordar lo que quiero, y quienes quiero sigan siendo parte de esta historia,
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